10/21/2019 Entre Parceros y Panas presente en el XVI Encuentro de la Red de Radio Universitaria de Colombia – RRUC Las industrias culturales: retos y oportunidadesRead NowPor Alma Montoya Ch. / Coordinadora del proyecto ENTRE PARCEROS y PANAS y directora del Grupo COMUNICARTE Convocados por la directiva de la Red de Radios Universitarias de Colombia - RRUC, entre los días 17 al 19 del mes de octubre 2019 se realizó en Bogotá, la versión XVI del encuentro de los directores y responsable de las emisoras universitarias de Colombia, evento que este año tuvo como sede la Corporación Unificada Nacional: CUN Con la presencia de 60 participantes sumándole una veintena de estudiante de comunicación de las áreas de radio se llevó a cabo y con éxito este encuentro académico y sectorial, donde los temas de periodismo, legislación y tecnología se le sumo 2 experiencias exitosas en emprendimiento, además de los laboratorio, talleres y muestras sonoras. Dentro de las experiencias innovadoras y exitosas a nivel binacional se invitó como conferencista a la Directora del Grupo COMUNICARTE Alma D. Montoya CH. quien hizo de este espacio, un escenario de vivencia y de compromiso social desde la comunicación radial proyectada desde un ejercicio de convergencia mediática en el uso de las distintas plataformas digitales como estrategia comunicacional alimentada e implementada por una RED de veinte cuatro REPORTEROS COLOMBO - VENEZOLANOS en un trabajo de solidaridad comunicacional y humanitaria en los territorios de migración y de acogida de los hermanos venezolanos. Dentro de los temas que se dialogó con los responsables de las emisoras universitarias fue una invitación a unirse a esta trabajo radial –recordando el perfil, responsabilidad y misión de las emisoras públicas- y con mayor razón las características de las emisoras universitarias para incorporando en sus parrillas de programación notas informativas propositivas, culturales que incluyan creaciones sonoras sobre los valores de la cultura venezolana, historias de vida, de superación, información útil y todo aquello que se puede aportar desde la “otra orilla” de las noticias xenofóbicas y alarmistas, que han hecho del fenómeno humano y del drama humanitario un bocadillo de escándalo y de desprestigios de un pueblo con el cual se comparte sangre, cultura, historia y sueños de la Patria Grande. La experiencia de La RED de PARCEROS y PANAS tuvo una gran aceptación y acogida por los responsables de las emisoras universitarias al ver, como estos contenidos deben ser naturales en emisoras que en su mayoría tienen en su Misión y Visión la proyección social, el servicio a las distintas aéreas académicas y de investigación… el ser radio desde el trabajo directo, en terreno y no solo captar la realidad desde las distintas pantallas (computadores -tables - móviles) y reciclando contenidos, previamente trabajados por otros y desde intereses, quizás muy distantes de sus públicos y audiencias y de los principios de sus mismas universidades. Varios de los participantes se interesaron de cómo vincularse y articular con la RED, ya que sus sedes están en la frontera como es el caso de Guajira, Norte de Santander y otras por estar en ciudades de acogida o de paso de los migrantes y así cómo incluir en su programación la Radiorevista: Voces y Sonidos de los PARCEROS y PANAS, pero también el contar con un banco sonoro, una audioteca o como les gusta a varios llamar hoy día: los podcasts sobre el tema de Migración, cultura, historias de superación y de vida entre otros. COLOMBIA, es una red importante y significativa y está llamada a ser una RED de incidencia desde su misión como medio de comunicación público. La RED está compuesta por 78 emisoras: AM, FM y On Line, que sumando su potencias y frecuencias en un trabajo articulado pueden llegar a ser de importante incidencia en las regiones y ciudades capitales, sumándole las nuevas plataformas digitales por una cobertura e incidencia social, educativa y cultural a lo largo y ancho de un país en permanente construcción, desde la Paz, la convivencia y la solidaridad.
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Encuentro en Cúcuta por una frontera de protección Por Yorman Galviz / Coordinador Regional de Fe y Alegría. Reportero de Entre Parceros y Panas San Cristóbal de Tachira, Venezuela El pasado viernes 4 de Octubre diferentes organizaciones de la sociedad civil venezolanas y colombianas se dieron cita en la ciudad de Cúcuta respondiendo a la invitación del Servicio Jesuita a Refugiados Cúcuta (JRS por sus siglas en inglés) para propiciar un segundo encuentro con la finalidad de generar espacios de participación POR una FRONTERA de PROTECCIÓN y HOSPITALIDAD. La finalidad del encuentro ha sido generar estrategias de atención a la población migrante, especialmente en los casos de niños, niñas y jóvenes, desde los aspectos de salud, alimentación, educación y recreación, debido a los grandes índices de la creciente movilidad humana generada por la Venezuela en crisis. Esta iniciativa propició el concurso de la RAIF (Región Apostólica Interprovincial Fronteriza), con la participación de su Coordinador, Padre Edgar Magallanes S.J., quien desde su instancia ha propiciado procesos en respuesta a personas con necesidades de protección internacional así como generar rutas de atención al migrante en los últimos años, haciendo análisis de la realidad ante los riesgos de la movilidad humana, en temas de salud, alimentación, educación, acceso al trabajo, se ha trabajado de la mano con el programa escuela de Fe y Alegría en el marco de proyecto todos y todas a la escuela de la mano con UNICEF, en respuesta a la diáspora del personal docente en muchos de sus espacios educativos debido a salarios insuficientes, creando condiciones de atención para preservar el derecho a la educación. Estrategia para impulsar emprendimientos y artes venezolanos en Bogotá Por Luz Stella Colmenares Galvis / Reportera de la Radio UNIMINUTO 1430 y de Entre Parceros y Panas El pasado 28 de septiembre, se realizó en La plaza de Lourdes, Bogotá, la cuarta muestra de iniciativas de emprendimiento colombo-venezolanas. Las iniciativas podrían comprender alguna de las áreas como: cultural, de emprendimiento y/o gastronomía. Este evento cuyo slogan fue “una ventana de experiencias de integración”, buscaba fortalecer iniciativas de emprendimiento y trabajo social para la inclusión de migrantes venezolanos en la ciudad, Venezuela Aporta, fue promovido por la Alcaldía de Bogotá a través del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal –IDPAC- y con el apoyo del Instituto de Estudios Migratorios y Paz y la Embajada de Australia. Los participantes fueron parte de un proceso de selección que, desde los meses, junio, julio, agosto, se evaluaron por el jurado calificador las 45 propuestas que se presentaron en los tres (3) festivales locales de Venezuela Aporta:
El festival fue un derroche de arte y talento que deslumbro a los jurados, visitantes y transeúntes que pasaban por el lugar. Hombres, mujeres, niños y niñas se dieron al encuentro para demostrar a los bogotan@s y al mundo que ser migrante es una oportunidad de trazar nuevos caminos, de soñar y forjar nuevas metas. Entre muestras de arte, música, y buena comida como las irresistibles hallacas, tequeños, chicha de pastas, maltín, arepas rellenas, se realizó la premiación de tres iniciativas, las cuales recibieron cada una la suma de $5.000.000 para invertir en mejoras del proyecto. Las iniciativas ganadoras fueron, la agrupación musical “Fusión Music”, la iniciativa de diseño “Complementwo” y la iniciativa gastronómica “Wasa KK”.
Entre Parceros y Panas sumándose a estas iniciativas que permiten trenzar caminos de interculturalidad por medio de emprendimientos, arte y gastronomía, conversamos y disfrutamos del Festival, gozando de la riqueza y diversidad que tuvo este encuentro binacional. Entre las personas con la cuales conversamos, esta Cristian Vásquez, migrante y artista plástico quien nos dijo que “quiere cumplir el sueño de tener un lugar donde la gente los pueda ubicar, seguir innovando, y abrir un espacio físico para todos los artistas emergentes venezolanos que están deambulando por ahí”. Los participantes del Festival “Venezuela aporta” nos dejaron huella en el corazón, y un legado de amor por el arte, persistencia y resiliencia. Dejaron claro que no hay obstáculos para cumplir sus metas y que, en medio de la adversidad, brotan talentos, alegría, y fuerza que transforman a hombres y mujeres en verdaderos héroes. Por Stella Colmenares / Reportera de UNIMINUTO 1430 y Entre Parceros y Panas. Rut Quiroz, cantante Lírica Colombo-Venezolana Rut Quiroz, cantante venezolana dejó impactados a los asistentes a la Conferencia para las comunidades religiosas realizada por el Dr. Dennis Mukwege médico pentecostal, con Premio Nobel de Paz del año 2018 por el reconocimiento al arduo trabajo que lleva a cabo en el Congo, con mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Rut fue la encargada de abrir el encuentro con su melodiosa y armonica voz, esta mujer con tan solo 25 años de edad es hija de padres colombianos, nacida en Valledupar, Colombia, recuerda que cuando era aún niña su familia se vio en la obligación de migrar por dificultades económicas al país vecino de Venezuela. Su padre es técnico de refrigeración y su madre contadora, en el nuevo país tuvieron posibilidades de salir adelante y tener una vida digna a pesar de los pocos recuerdos de ser victima de bullying y xenofobia. Allí en su nuevo país tuvo la oportunidad de crecer y estudiar lo que le apasionaba, la música, fue así que ingreso a estudiar a los 16 años en la Escuela de Música Lino Gallardo, con la maestra María Elena Vargas, egresada del conservatorio Tchaikovsky en Moscú. A la vez adelanto estudios en la Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, donde culmino los estudios de solfeo, un año de piano, dos años de armonía y dirección coral. Rut trabajaba en Venezuela como directora de coros infantiles, su anhelo era terminar sus estudios pero la situación no dio más, la plata no alcanzaba, dice Rut. En diciembre del año pasado llegaron a Bogotá, un día se les ocurrió cantar lírica en la calle y les fue bien. Aunque esto implica un esfuerzo en su voz y desafiar los estados climáticos, por ahora de este trabajo depende su sustento. Afirma que no les ha ido tan mal, que la receptividad de la gente es buena, y se siente bien porque ha logrado con su música aportar a la gente y transmitir sentimientos, alegría, y posibilita a todos el acceso al canto lirico sin la necesidad de ir a un teatro. Su sueño es seguir estudiando y sacar el titulo para conseguir un empleo formal que le garanticen a ella y a su familia una vida digna. No le gusta que el círculo del arte tenga corrupción, por ello, actualmente, resiste trabajando en el Coro de la Catedral. Aunque, le inquieta que no haya ningún tipo de aporte y ayuda para su promoción, la música se ha convertido en su estilo de vida, no se imagina su vida sin la música porque transmite un mensaje, es un lenguaje y transmite paz. A Rut no le preocupa ser migrante, pues lo ha sido desde sus 7 años, situación que debió repetir recientemente, tuvo que salir de su casa y dejarlo todo para empezar de nuevo en su tierra natal, Colombia, ella cuenta que ha sido otra vez sentir la discriminación pero también la admiración por lo que hace, se siente agradecida por el trato que ha recibido. Pero como a muchos migrantes venezolanos le preocupa que su pequeño hijo Arturo de escasos 2 años no tiene acceso a la salud, ya que no tiene pasaporte, razón por la cual no ha podido ingresar al sistema de salud. Ella una mujer llena de alegría y entusiasmo afirma que lo mejor es aferrarse a la familia y lo que a uno le apasiona. También finaliza la conversación declarando que las nacionalidades no existen, es más una situación política, hacer caso omiso a las personas que discriminan pero también he conocido personas que me dan ánimo. “Sueño con seguir estudiando y con cantar ópera, música contemporánea, me veo cantando y dirigiendo”.
Rut Quiroz 10/2/2019 “Mi hijo muchas veces me llama y me dice ¿cómo elaboro una arepa de plátano y un arroz con leche?” Madre de migranteRead NowPor: Johandry Montiel / Reportera de Fe y Alegría Machiques, Venezuela y Entre Parceros y Panas. La gastronomía como identidad de los migrantes está relacionada con la historia, con lo que somos y a lo que pertenecemos, es decir con nuestra identidad Arelis Francisca Ramos, profesora jubilada, habitante del municipio Machiques de Perijá, Estado Zulia, Venezuela, nos comparte su historia de cómo su hijo a pesar de estar fuera de este municipio fronterizo mantiene su arraigo por sus raíces, sus ancestros, tradiciones y costumbres.
La madre machiquense manifestó que muchos venezolanos están en otras fronteras, y a pesar de la distancia aún mantienen ese lazo familiar a través de la gastronomía que es un elemento de identidad. “Yo te puedo hablar por un testimonio propio, porque mi hijo está en Santiago de Chile y muchas veces me llama y me dice como elaboro, la arepa de plátano, como lo hacía la abuela, un arroz con leche, eso me da a mí, pie para pensar que ellos sienten aun estando en otros lados, el arraigo por lo suyo, y es bonito y muy significativo ,que los muchachos que aun con los jóvenes que son y que están en otros lados, en otros destinos por la razón que sea, sientan sentido de pertenecía a su Patria” destacó Ramos. La madre del joven migrante dijo que los alimentos que se comen tienen historias asociadas con el pasado de quienes los comen; el hecho de buscar, encontrar, procesar, preparar, servir y consumir esos alimentos tiene sus propias historias. “Y nunca son comidos simplemente; su consumo está condicionado por el significado que pueda tener en su núcleo familiar", afirma Arelis. Esas recetas son transmitidas de generación en generación. “Por eso es muy importante mantener nuestra identidad cultural. Ese arraigo de pertenecía de dónde vinieron y todo lo que aprendieron está en casa y cuando hablo de casa me refiero a la casa materna, a la casa de dónde aprendieron valores, como la escuela, formación comunitaria del vecino, del señor que le vendió el cepillado, en fin, que no se olviden de todo lo hermoso que dejaron acá en el pueblo y en Venezuela”. La madre nostálgica contó que cuando su hijo le pide que le explique cómo hacer unas arepas de plátano, como hacer un arroz con leche, le está diciendo que él quiere estar en casa y que, para él, es importante el querer compartir siempre sus costumbres y lo que vivió junto a ella. Sin embargo, pidió a todos los venezolanos que están fuera de sus fronteras demostrar ciudadanía y cultura. “que sea evidente en nosotros que somos personas formadas, claro se escapa una que otra vez como hemos visto algunos casos específicos, pero es muy significativo que ellos demuestren que somos venezolanos y que podemos demostrar que somos personas generosas, solidarias, responsables, respetuosas que recibimos valores acá, y como tal debemos demostrar al rebasar las fronteras venezolanas”, finaliza Arelis. Estas historias indican que los migrantes definitivamente no han perdido su identidad, cada uno de ellos mantiene vigente su herencia, lazos afectivos e identidad culturales con su comunidad de origen. |
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