Por Héctor Cortez / [1] Reportero de Entre Parceros y Panas, representante de la emisora Fe y Alegría Mérida. Asdrúbal Eduardo Parra Monsalve, joven merideño de 32 años de edad con espíritu emprendedor en Mérida. Fundó una pequeña empresa de helados con un primo cuya producción era a nivel detal y al por mayor. El cuarto de cinco hermanos, vivía en la población de Mucunutan, municipio Santos Marquina. Vivía con su mamá, papá, tres de sus hermanos y tres sobrinos. Decidió migrar por la búsqueda de una mejor calidad de vida. De una estabilidad económica para poder ayudar a la familia. Salió desde Puerto Santander por el estado Táchira. Luego llegó a Medellín estuvo por 10 meses; regresa a Venezuela y allí para luego ir rumbo a Perú. El recorrido se hizo vía terrestre. Cruzando Colombia y Ecuador, un viaje de seis días. Las primeras dificultades fue el efectivo que tenía que conseguir en Venezuela para poder salir del país. La búsqueda de ese recurso fue complicado para poder hacer el traslado, costear el dinero para poder canjearlo a moneda extranjera. El dinero que tenía lo había reunido en su cuenta bancaria. Aspectos positivos de la salida fue que un impacto positivo y emocional, ver gran cantidad de comida y muchos negocios activos, de ver cosas que ya en Venezuela estaban en escasez, como se vendía los bolívares en ese tramo del camino; dinero de Venezuela negociado en la frontera. Fue positiva la estadía en el país de acogida, primero en Medellín, aunque fue duro, pero luego logro conseguir un empleo, la sociedad y la cultura que vi fue buena para mí. En Lima, le costó un poco más el proceso de adaptación, fue más lento el poder acceder a un trabajo e incluso adaptarse a la cultura peruana, quizás el parecido de nosotros con Colombia nos acerca un poco más que a los peruanos. Ha trabajado en el área de cocina, como planchero en una serrucheria, como conserje en un edificio residencial; actualmente labora como motorizado para un laboratorio clínico veterinario. Una anécdota positiva tiene que ver con experimentar nuevos desafíos, nuevos retos respecto a lo que hacía en Venezuela, un ejemplo de ello es pasar de ser ayudante de cocina a cocinero; otro aspecto ha sido el apoyo a la familia, situación que se vio afectada por la pandemia ya no ha podido seguir apoyando. En Lima consiguió el amor, ya tiene casi dos años con su pareja, Andrea ha sido una persona que ha estado allí en esos momentos buenos y malos; un equilibrio emocional y sentimental. Sugerencias a la población migrante, mantener la excelencia del buen venezolano, demostrar lo trabajadores que somos, que somos seres con propósitos, planificación con miras a mejorar
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Enero 2024
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